Las Redes privadas virtuales (VPN) están en el foco de atención de la Unión Europea, junto con la encriptación extremo a extremo. Un informe del Grupo de Trabajo de Alto Nivel de la UE las considera un desafío clave para perseguir ciberdelincuentes y hacer cumplir la ley, en medio de la lucha contra los ataques informáticos.
El Grupo de Trabajo de Alto Nivel de la UE, formado en 2023, busca abordar la problemática surgida con la encriptación punto a punto en aplicaciones como WhatsApp y correo electrónico. Esta forma de encriptación dificulta el acceso a las claves necesarias para las investigaciones, ya que no se almacenan en ningún servidor.
VPN
Para las autoridades, contar con una «puerta trasera» en los sistemas de encriptación sería ideal, pero esto plantea riesgos de acceso por parte de espías y ciberdelincuentes. Empresas de VPN como Mullvad y Proton advierten sobre los peligros de debilitar la encriptación, lo que podría llevar a una vigilancia total y vulnerar la privacidad de los ciudadanos europeos.
La Unión Europea busca alternativas para acceder a datos encriptados, como la obtención de metadatos, mientras se debate en torno a la necesidad de mantener la privacidad de las comunicaciones. La encrucijada entre seguridad y privacidad plantea un dilema crucial en la era digital, donde la Unión Europea se ve desafiada a encontrar un equilibrio que permita combatir el cibercrimen sin vulnerar los derechos individuales.
Ante la calificación de las VPN como un desafío clave, la Unión Europea se enfrenta a decisiones trascendentales sobre su regulación. El Consejo de Europa deberá analizar el informe y determinar las acciones a tomar, en un escenario donde la tecnología desafía constantemente los límites legales y éticos.