La conducción bajo los efectos del alcohol es una de las principales causas de accidentes en las carreteras. Por ello, España ha decidido endurecer las leyes y reducir la tasa de alcohol permitida para conductores a 0,2 gramos por litro de sangre. Este cambio ha sorprendido a muchos conductores que deben adaptarse a esta nueva normativa, la cual busca mejorar la seguridad vial y reducir los siniestros relacionados con el consumo de alcohol.
Según el Real Automóvil Club de España, una tasa de 0,2 gramos se puede alcanzar con cantidades relativamente pequeñas de alcohol. Por ejemplo, un tercio de cerveza, 100 ml de vino o cava, o una copa de 70 ml de vermú podrían ser suficientes para que una persona de entre 70 y 90 kilos alcance el nuevo límite. Anteriormente, el límite estaba establecido en 0,5 gramos por litro para conductores convencionales y 0,3 gramos para conductores noveles, lo que permitía un mayor margen para el consumo.
¿Por qué reducir el límite a 0,2 gramos?
Diversos estudios científicos han demostrado que incluso con una tasa tan baja como 0,2 gramos por litro de sangre, el alcohol puede alterar significativamente la capacidad de conducción. El alcohol aumenta la probabilidad de colisiones y empeora los resultados clínicos tras un accidente. Un metaanálisis de la Universidad de Swinburne, en Australia, concluyó que «no hay pruebas de que exista un umbral de alcohol en sangre por debajo del cual no se produzcan alteraciones».
El alcohol afecta a la toma de decisiones, los reflejos y la capacidad de respuesta, factores esenciales para una conducción segura. Aunque muchas personas creen que una cerveza no les afecta, el efecto del alcohol varía según el peso, la edad y el sexo de cada individuo. Sin embargo, un metaanálisis de la Universidad de Toronto reveló que el impacto del alcohol es generalizado, independientemente de la destreza al volante o la tolerancia al alcohol de cada persona. Lo más determinante es la tasa de alcoholemia y la complejidad de la tarea de conducción.
Impacto del nuevo límite en los conductores
Esta nueva regulación implica que, para muchos conductores, incluso una sola bebida podría llevarlos a superar el límite legal. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha señalado que un tercio de cerveza podría situar a un hombre de entre 70 y 90 kilos entre un 0,21 y un 0,28 de alcohol en sangre, superando así el nuevo límite. En el caso de las mujeres, el impacto es aún mayor. Una mujer de entre 50 y 70 kilos podría llegar a un 0,34 y 0,48 con la misma cantidad de alcohol, claramente por encima del nuevo límite.
Puntos clave sobre el nuevo límite de alcohol:
- Cantidad mínima: Un tercio de cerveza, 100 ml de vino o una copa de vermú podrían llevar a una persona a superar el límite.
- Diferencias por género: Las mujeres tienen una menor tolerancia al alcohol en sangre en comparación con los hombres, por lo que alcanzan niveles más altos con la misma cantidad de consumo.
- Impacto en la seguridad vial: La reducción del límite a 0,2 gramos busca reducir los accidentes y mejorar la seguridad en las carreteras.
El debate sobre la eficacia de la tasa de alcoholemia
Aunque la reducción del límite tiene como objetivo disminuir los accidentes de tráfico relacionados con el alcohol, hay quienes se preguntan si esta es la mejor forma de medir la capacidad para conducir. Ignacio Morgado, catedrático de Psicobiología, señala que «la misma tasa de alcohol no afecta por igual al sistema nervioso de todas las personas». Esto significa que, aunque dos personas tengan la misma tasa de alcoholemia, una podría estar más afectada que la otra. Sin embargo, los legisladores deben establecer un estándar que se aplique a la mayoría de la población.
Además de la tasa de alcoholemia, factores como la fatiga, el estado emocional y el tipo de carretera también influyen en la seguridad vial. Por este motivo, la reducción del límite de alcohol se complementa con campañas de concienciación sobre la importancia de una conducción responsable.
Conclusión
La reducción del límite de alcohol en sangre a 0,2 gramos por litro en España representa un esfuerzo para mejorar la seguridad vial y reducir el número de accidentes relacionados con el consumo de alcohol. Aunque hay variaciones individuales en cómo el alcohol afecta a cada persona, la evidencia científica respalda que incluso pequeñas cantidades pueden tener un impacto significativo en la capacidad de conducción. Esta medida, junto con una mayor concienciación, podría contribuir a salvar vidas en las carreteras.