Pedro Sánchez ha iniciado el curso político con un anuncio que busca calmar las aguas tras el polémico acuerdo con los independentistas catalanes. En un discurso pronunciado en la sede del Instituto Cervantes, el presidente del Gobierno ha prometido incrementar la financiación para todas las comunidades autónomas, asegurando que ninguna se verá perjudicada en el proceso.
Reforma del sistema de financiación: más recursos para todos
El presidente ha puesto sobre la mesa una propuesta ambiciosa: doblar el fondo de cohesión territorial. Esta medida tiene como objetivo principal compensar las desigualdades entre las diferentes regiones de España. Sánchez ha sido tajante al afirmar: «En esta reforma de la financiación todas las comunidades autónomas recibirán más recursos que los que recibían con el PP. Nuestra intención es duplicar los recursos del fondo de cohesión territorial. Así se construye España».
Esta promesa llega en un momento crucial, cuando las críticas por el acuerdo con ERC para la llamada «financiación singular» de Cataluña están en su punto álgido. El Gobierno busca tranquilizar no solo a los barones del PP, sino también a las federaciones del PSOE que temen que este pacto pueda perjudicar a las comunidades menos favorecidas económicamente.
Sánchez no ha dudado en entrar en el terreno del debate ideológico, contrastando su visión con la del Partido Popular, especialmente con la gestión de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid. El presidente ha sido crítico con lo que considera una privatización encubierta de servicios esenciales: «La sanidad, la educación, la dependencia no son mercancías, son derechos. No deben ser negocio para unos pocos, como están haciendo barones del PP».
Para respaldar sus argumentos, Sánchez ha proporcionado datos concretos: En el último año, 1.000 millones de euros públicos se han destinado a la sanidad privada en Madrid, mientras que en Valencia se ha recortado un 20% las plazas de residencias públicas de mayores.
El presidente ha defendido la gestión de su gobierno en materia de financiación autonómica, presentando cifras que contrastan con las acusaciones de falta de recursos. En siete años, el Gobierno progresista ha transferido 935.000 millones de euros a las autonomías, 300.000 millones más que el PP en el mismo periodo. Sin embargo, Sánchez ha criticado duramente el uso que algunas comunidades gobernadas por el PP han hecho de estos fondos, especialmente Madrid.
El anuncio de Sánchez marca el inicio de una serie de acciones políticas que definirán los próximos meses, incluyendo una ronda de reuniones con todos los presidentes autonómicos y una conferencia de presidentes en Cantabria centrada en vivienda. Además, el presidente ha insinuado la posible introducción de nuevos impuestos a las grandes fortunas, aunque sin ofrecer detalles concretos por el momento.
En definitiva, Sánchez ha lanzado un mensaje claro de continuidad y determinación, buscando equilibrar las tensiones políticas con promesas de mayor financiación y un enfoque progresista en la gestión económica. El éxito de estas medidas y su capacidad para apaciguar las críticas determinarán en gran medida el rumbo político de los próximos meses en España.