Gibraltar está llevando a cabo un ambicioso proyecto de expansión conocido como Eastside, que ha desatado una fuerte polémica con España debido a los rellenos marítimos realizados en aguas disputadas. Este desarrollo, valorado en 103 millones de euros, no solo está generando tensiones diplomáticas, sino que también plantea serias preocupaciones medioambientales.
El Eastside Project, ubicado en la costa oriental de Gibraltar, contempla la construcción de:
- Un nuevo puerto deportivo con 400 amarres
- Aproximadamente 1.300 viviendas residenciales (100 de ellas asequibles)
- Un hotel
- Una zona comercial con miles de plazas de aparcamiento
Para hacer realidad este ambicioso plan, Gibraltar ha recurrido a la práctica de ganar terreno al mar mediante rellenos, una estrategia que ha utilizado históricamente para expandir su limitado territorio. Sin embargo, en esta ocasión, la expansión se realiza sobre aguas que España considera como propias, lo que ha elevado la tensión entre ambos países.
Rellenos y controversia legal
El Ministerio de Asuntos Exteriores español ha manifestado su firme oposición al proyecto, argumentando que:
- Los rellenos se realizan en aguas territoriales españolas.
- Las acciones de Gibraltar son contrarias al Derecho Internacional.
- El proyecto implica una vulneración de las normas españolas y europeas de protección del medio ambiente.
Jesús Verdú, profesor titular de Derecho Internacional de la Universidad de Cádiz, señala la complejidad jurídica del asunto: «Los problemas son jurídico-políticos, porque se trata de aguas que son objeto de un litigio». Según el Tratado de Utrecht, Gibraltar no tiene aguas territoriales, aunque el territorio británico afirma lo contrario.
Impacto medioambiental y sanciones potenciales
La zona afectada por los rellenos está protegida por la Red Natura de la Unión Europea y es considerada Zona de Especial Conservación por la legislación española. Esto plantea un escenario paradójico: si se abriera un expediente por violación del Derecho europeo, la responsable de la negligencia medioambiental no sería Gibraltar, sino España.
Antonio Muñoz, de Verdemar-Ecologistas en Acción, advierte sobre la presencia de especies protegidas en la zona, como la patela ferruginia, una lapa en peligro de extinción. «Lo que han ido haciendo es cambiarlas de sitio», denuncia Muñoz.
El proyecto Eastside ha sido posible gracias a un acuerdo firmado en 2021 entre el gobierno gibraltareño y TNG Global Foundation, una empresa propiedad del inversor vietnamita Tuan Tran. La inversión de 103 millones de euros promete generar un impacto económico de 2.500 millones de libras en 10 años, según las estimaciones del gobierno de Gibraltar.
La expansión de Gibraltar mediante el Eastside Project ha generado diversas reacciones:
- El alcalde de Algeciras y senador José Ignacio Landaluce ha anunciado que pedirá explicaciones al ministro de Exteriores español sobre las acciones del gobierno ante esta situación.
- Expertos como Jesús Verdú sugieren que España debería aprovechar su posición en las negociaciones post-Brexit para ser más contundente en la paralización de estos trabajos.
- Ecologistas advierten sobre los posibles efectos a largo plazo en las playas españolas cercanas y en la actividad pesquera de la zona.
Un desafío diplomático y medioambiental
El proyecto Eastside de Gibraltar representa un complejo desafío que combina tensiones diplomáticas, cuestiones legales internacionales y preocupaciones medioambientales. Mientras Gibraltar avanza con su plan de expansión, España se enfrenta a la disyuntiva de cómo responder eficazmente sin arriesgarse a posibles sanciones europeas por negligencia en la protección del medio ambiente.
La resolución de este conflicto podría tener importantes implicaciones no solo para las relaciones entre España y Gibraltar, sino también para la aplicación del derecho internacional y la protección del medio ambiente en zonas marítimas disputadas. El futuro del Eastside Project y su impacto en la región permanecen inciertos, pero sin duda continuarán siendo objeto de intenso debate y escrutinio en los próximos años.