El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha lanzado duras críticas contra el gobierno de Pedro Sánchez durante una entrevista en el programa ‘Espejo Público’ de Antena 3. Feijóo ha acusado al ejecutivo de llevar a cabo una «reforma constitucional encubierta» a través del acuerdo alcanzado con Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) sobre el nuevo modelo de financiación para Cataluña.
«España ya no es una nación según lo firmado con ERC. Estamos ante una reforma constitucional encubierta», declaró Feijóo, argumentando que el texto acordado define a España como un «Estado plurinacional» en lugar de una nación única e indivisible como establece la Constitución.
El líder de la oposición no escatimó en críticas hacia la gestión del presidente Sánchez, a quien acusó de mostrar «un tic muy peligroso» al afirmar que gobernará con o sin el apoyo del poder legislativo. Feijóo recordó que Sánchez llegó a la Moncloa «después de perder las elecciones y de pactar con los independentistas el Código Penal» y ahora «sigue siendo presidente al obtener una prórroga, al pactar en el Parlamento de Cataluña también con el dinero de los españoles la Presidencia de la Generalitat».
Feijóo exige un nuevo modelo de financiación «multilateral»
El presidente del PP aprovechó la entrevista para reclamar una reforma del modelo de financiación autonómica que sea «multilateral» y respete los principios constitucionales. Denunció que el llamado ‘cupo catalán’ acordado entre el PSOE y ERC no es más que «la financiación del procés» independentista.
«Reformar es poner más recursos para todos. Es ser más respetuoso con el gasto. Es controlar el déficit», afirmó Feijóo, contrastando su propuesta con el acuerdo bilateral entre el gobierno central y Cataluña. El líder popular insistió en que cualquier negociación sobre la financiación debe incluir a todas las comunidades autónomas.
Críticas a la política exterior del gobierno
Feijóo también se pronunció sobre la crisis política en Venezuela y la decisión del gobierno español de conceder asilo político al opositor Edmundo González. El líder del PP aseguró que si él fuera presidente «habría actuado de una forma absolutamente distinta» y habría dado a González «el tratamiento de presidente electo de Venezuela».
«¿Quién ha ganado? De momento Maduro. ¿Quién ha perdido? La democracia venezolana», sentenció Feijóo, lamentando que el «político demócrata que ha ganado las elecciones ha tenido que salir del país y el dictador que las ha perdido se mantiene en el país y controla el Gobierno».
El presidente del PP afirmó que, de estar en el gobierno, se uniría «a la Corte Penal Internacional pidiendo la detención de Maduro, como han hecho los expresidentes González, Aznar y Rajoy».
Implicaciones para el futuro político de España
Las declaraciones de Feijóo ponen de manifiesto la creciente polarización del debate político en España, especialmente en lo que respecta al modelo territorial y las relaciones con Cataluña. El líder popular ha dejado claro que su partido se opondrá frontalmente a cualquier acuerdo que, en su opinión, socave la unidad nacional o conceda privilegios fiscales a determinadas regiones.
La polémica en torno al nuevo modelo de financiación para Cataluña promete dominar la agenda política en los próximos meses, con posibles implicaciones para la estabilidad del gobierno de coalición liderado por Pedro Sánchez. El Partido Popular parece decidido a llevar la batalla al terreno constitucional, cuestionando la legalidad de los acuerdos alcanzados con los partidos independentistas catalanes.
- Puntos clave de la controversia:
- Acusación de «reforma constitucional encubierta» por parte de Feijóo
- Debate sobre el modelo de Estado: ¿nación única o Estado plurinacional?
- Críticas al modelo de financiación bilateral para Cataluña
- Cuestionamiento de la política exterior del gobierno, especialmente en relación con Venezuela
En conclusión, las declaraciones de Alberto Núñez Feijóo han elevado el tono del debate político en España, planteando serias dudas sobre la constitucionalidad de los acuerdos entre el gobierno y los partidos independentistas catalanes. La forma en que se resuelva esta controversia podría tener profundas implicaciones para el futuro del modelo territorial español y la estabilidad política del país en los próximos años.