España está experimentando un rápido crecimiento en la implementación de energías renovables, generando tanto oportunidades como desafíos. El gobierno español ha aprobado recientemente 1.6 gigavatios (GW) en nuevos proyectos de energía renovable, incluyendo la innovadora hibridación de plantas fotovoltaicas y eólicas en regiones como Madrid, Zaragoza y Gran Canaria.
Actualmente, las energías renovables ocupan una parte relativamente pequeña del territorio español: los parques eólicos ocupan el 0.017% del terreno total del país, mientras que los paneles fotovoltaicos abarcan aproximadamente el 0.2% de la superficie. En total, España cuenta con 1.371 parques eólicos y más de 22.000 aerogeneradores en funcionamiento.
Energías renovables en España: Crecimiento y controversias
El impacto de esta expansión es significativo. La energía eólica ha contribuido a una reducción del 19% en el precio de la electricidad en 2023, mientras que la energía solar ha representado más del 50% del mix energético el año pasado. Sin embargo, esta rápida expansión no está exenta de controversias.
Cinco comunidades autónomas han implementado medidas para regular la expansión de las renovables. País Vasco y Aragón han establecido impuestos ambientales, Asturias planea regular la instalación de parques de baterías, La Rioja ha detenido la aprobación de nuevas instalaciones, y Canarias exige que el 20% de los proyectos renovables se destine a la producción local.
Estas medidas reflejan las preocupaciones sobre el impacto ambiental y social de la rápida expansión de las renovables. En varias regiones han surgido movimientos de oposición, como las movilizaciones vecinales en Aragón o la plataforma «Di no a las torres» en Granada, que alertan sobre el impacto en el entorno natural y las comunidades locales.
Para abordar estas preocupaciones, se están implementando cambios como la exigencia de que los parques eólicos estén a más de 500 metros de núcleos habitados y el desarrollo de proyectos agrivoltaicos que combinan producción agrícola y energética.
A pesar de estos desafíos, la expansión de las renovables está creando nuevas oportunidades, como la revitalización de la «España vaciada» y el aumento de centros de datos impulsados por energía renovable, especialmente en Zaragoza.
Sin embargo, España aún enfrenta retos importantes. A pesar del crecimiento de las renovables, el país sigue dependiendo en gran medida de los combustibles fósiles debido a su estructura energética histórica. Además, se necesita mejorar la infraestructura de almacenamiento y la electrificación de sectores como el transporte.
El director Rodrigo Sorogoyen resumió el dilema actual en los premios Goya del año pasado con la frase: «Eólicas sí, pero no así», reflejando la necesidad de un desarrollo que respete las comunidades locales y el entorno natural.
En conclusión, España se encuentra en un punto crucial de su transición energética. El éxito dependerá de encontrar un equilibrio entre el desarrollo de energías limpias, la preservación del medio ambiente y el respeto a las comunidades locales. Solo así el país podrá alcanzar sus objetivos de reducción de dependencia de combustibles fósiles y liderar en la lucha contra el cambio climático.