La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha publicado un nuevo informe sobre la calidad del aire y el clima, revelando una tendencia positiva en Europa a pesar de los crecientes desafíos globales. El estudio, centrado en datos de 2023, arroja luz sobre la compleja relación entre la calidad del aire, el cambio climático y los incendios forestales.
Europa y China lideran la mejora de la calidad del aire
Según el informe de la OMM, Europa y gran parte de China han registrado niveles de partículas contaminantes inferiores a la media de los últimos 20 años. Esta mejora se atribuye principalmente a la reducción de emisiones de gases por parte del ser humano, una tendencia que se viene observando desde 2021.
Lorenzo Labrador, experto del departamento de observación atmosférica de la OMM, ha destacado: «Cualquier esfuerzo por reducir emisiones, en particular en zonas de altos niveles de contaminación atmosférica, es sin duda motivo de optimismo, especialmente si es parte de un esfuerzo planificado y constante».
Sin embargo, el panorama global presenta contrastes significativos:
- América del Norte: Los grandes incendios forestales han generado emisiones «excepcionalmente elevadas» de partículas PM2,5.
- India: Se han registrado concentraciones de PM2,5 superiores a la media debido al aumento de las emisiones contaminantes de origen humano e industrial.
- África central, China, India, Pakistán y el sureste asiático: Estas regiones se han identificado como puntos críticos de contaminación, en gran parte debido a prácticas agrícolas.
El impacto de los incendios forestales en la calidad del aire global
Los incendios forestales de 2023 tuvieron un impacto significativo en la calidad del aire a nivel global:
- Los incendios en Canadá provocaron que el humo atravesara el Atlántico Norte, llegando hasta el sur de Groenlandia y Europa Occidental.
- En Chile, los incendios de enero y febrero de 2023 causaron una «extrema degradación de la calidad del aire».
Estos eventos subrayan la creciente frecuencia e intensidad de los incendios forestales a medida que el clima se calienta, formando parte de lo que la OMM describe como un «círculo vicioso» entre el cambio climático, los incendios y la contaminación atmosférica.
El informe destaca el papel de la agricultura como fuente importante de contaminación atmosférica. Prácticas como la quema de rastrojos, el uso de fertilizantes y pesticidas, y el manejo del estiércol contribuyen significativamente a la emisión de partículas contaminantes.
Datos alarmantes revelan que en zonas altamente contaminadas, las partículas pueden reducir el rendimiento de los cultivos hasta en un 15%.
Perspectivas para 2024 y más allá
Ko Barrett, Secretaria General Adjunta de la OMM, advierte que las tendencias observadas en 2023 se han mantenido durante los primeros ocho meses de 2024. El calor intenso y las sequías persistentes han aumentado el riesgo de incendios forestales y, por consiguiente, de contaminación atmosférica.
Barrett enfatiza: «El cambio climático y la calidad del aire no pueden tratarse por separado. Van de la mano y deben abordarse conjuntamente. Reconocer esta interrelación y actuar en consecuencia conllevaría beneficios para la salud de nuestro planeta, sus habitantes y nuestras economías».
Esta declaración subraya la urgente necesidad de adoptar un enfoque integrado para abordar estos desafíos interconectados. Las medidas para mejorar la calidad del aire no solo beneficiarán la salud pública a corto plazo, sino que también contribuirán a mitigar los efectos del cambio climático a largo plazo.
En conclusión, mientras Europa muestra signos alentadores de mejora en la calidad del aire, el informe de la OMM sirve como un recordatorio de los desafíos globales que enfrentamos. La interconexión entre el cambio climático, los incendios forestales y la contaminación atmosférica requiere una acción coordinada y sostenida a nivel mundial para proteger tanto nuestra salud como nuestro planeta.