La posible victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses de 2024 podría desencadenar una nueva guerra comercial con China, en un momento crítico para la segunda economía mundial que lucha contra múltiples crisis internas.
El impacto de los nuevos aranceles de Trump sobre China
La amenaza de Donald Trump de imponer aranceles del 60% a las importaciones chinas llega en un momento especialmente vulnerable para el gigante asiático. China enfrenta actualmente una crisis inmobiliaria sin precedentes, importantes pérdidas en el sector bancario, una crisis de deuda en los gobiernos locales y un crecimiento económico en desaceleración.
Sin embargo, el panorama es significativamente diferente al de 2017, cuando Trump inició su primera ofensiva comercial. Beijing ha desarrollado nuevas fortalezas y estrategias que podrían ayudarle a resistir mejor las presiones estadounidenses:
- La economía china es menos dependiente del mercado estadounidense
- Ha desarrollado liderazgo en tecnologías clave como vehículos eléctricos
- Mantiene un fuerte control sobre minerales críticos
- Ha diversificado sus socios comerciales hacia el Sur Global
Trump vs China: Nueva guerra comercial amenaza la economía global en 2025
Consecuencias económicas y estrategia china ante las amenazas comerciales
El gobierno chino cuenta con importantes recursos para estimular su economía doméstica ante posibles disrupciones comerciales. Este año, el Banco Central de China ha reducido las tasas de interés para propietarios y empresas, mientras que el gobierno acaba de aprobar un plan de rescate de $1.4 billones para refinanciar deudas gubernamentales locales.
La participación de China en las importaciones estadounidenses ha caído del 20% al 13% en los últimos seis años, según TS Lombard. Esta reducción refleja tanto el impacto de los aranceles como la estrategia china de diversificación hacia otros mercados, especialmente en el Sudeste Asiático y América Latina.
Las empresas privadas chinas, que ahora representan aproximadamente la mitad de las exportaciones del país (comparado con solo el 9% de las empresas estatales), han demostrado una notable capacidad de adaptación. Esta transformación estructural proporciona a China mayor flexibilidad para responder a las presiones comerciales.
Xi Jinping, quien ha consolidado su poder y asegurado un mandato indefinido, ha impulsado la iniciativa «Made in China 2025» con resultados notables. China controla ahora más del 60% de la capacidad global en tecnologías críticas como células solares, turbinas eólicas y baterías.
Las estimaciones de Macquarie Group sugieren que nuevos aranceles podrían reducir las exportaciones chinas en un 8% y recortar el crecimiento económico anual en un 2%. Sin embargo, la capacidad del gobierno chino para implementar estímulos económicos y su creciente autosuficiencia tecnológica podrían mitigar significativamente estos impactos.
Los expertos coinciden en que esta nueva fase de tensiones comerciales podría acelerar aún más los esfuerzos de China hacia la autosuficiencia económica y tecnológica. Como señala la profesora Lynette Ong de la Universidad de Toronto: «El segundo mandato de Trump podría convertirse en un regalo para la autosuficiencia económica de China.»
Esta evolución en la relación económica entre las dos mayores potencias mundiales tendrá profundas implicaciones para el comercio global y el orden económico internacional en los próximos años. La capacidad de ambas partes para gestionar estas tensiones será crucial para la estabilidad económica mundial.