Las encuestas electorales muestran un escenario cada vez más favorable para Donald Trump en la carrera presidencial de 2024, donde mantiene una estrecha ventaja sobre Kamala Harris en los estados decisivos, aunque el voto popular sigue dividido a seis meses de las elecciones estadounidenses.
El panorama electoral estadounidense está experimentando cambios significativos a medida que se acerca el 5 de noviembre. Donald Trump ha logrado consolidar su posición en cinco de los siete estados clave para alcanzar la presidencia, aunque con márgenes muy estrechos que mantienen la contienda abierta. Las últimas encuestas presidenciales revelan que el ex presidente republicano ha conseguido una ventaja notable en Pensilvania, Carolina del Norte, Georgia, Arizona y Nevada, mientras que Wisconsin y Michigan permanecen en un disputado empate técnico.
El sistema electoral estadounidense, basado en el Colegio Electoral, añade un nivel adicional de complejidad a esta contienda. Actualmente, Harris cuenta con 226 votos electorales prácticamente asegurados, mientras que Trump suma 219. La cifra objetivo para alcanzar la presidencia es de 270 votos electorales, lo que convierte a los estados bisagra en el verdadero campo de batalla de estas elecciones 2024.
En términos de voto popular, la situación refleja una nación profundamente dividida. The Economist sitúa a Harris con una ventaja de apenas 1.3 puntos (49.2% frente a 47.9%), mientras que Fivethirtyeight reduce esa diferencia a un solo punto (48% contra 47%). Sin embargo, como ya se demostró en elecciones anteriores, el voto popular no determina directamente al ganador.
El caso de estados como California, con sus 55 votos electorales tradicionalmente demócratas, o Montana, con 3 votos tradicionalmente republicanos, ilustra cómo el sistema electoral estadounidense puede producir resultados que no siempre reflejan la voluntad de la mayoría popular. En California, Harris mantiene una ventaja de 26 puntos, mientras que en Montana, Trump lidera por 19 puntos.
La volatilidad en estados como Wisconsin y Michigan, donde las encuestas muestran diferencias de apenas uno o dos puntos entre los candidatos presidenciales, sugiere que el resultado final podría decidirse por un margen mínimo de votos. Pensilvania, que reparte 19 votos electorales cruciales, ha experimentado un cambio significativo desde principios de octubre, cuando Trump logró empatar e incluso superar a Harris en algunas encuestas.
Este escenario electoral, considerado por los analistas como el más disputado desde el siglo XIX, mantiene en vilo tanto a la clase política como a la población estadounidense. Los últimos seis días de campaña electoral serán cruciales para determinar quién liderará no solo el futuro de Estados Unidos, sino que también tendrá un impacto significativo en el panorama político global.