El Senado italiano aprobó una ley el pasado miércoles que prohíbe a sus ciudadanos recurrir a la gestación subrogada en países donde esta práctica es legal, como en ciertas regiones de Estados Unidos. La iniciativa, promovida por el partido de la primera ministra Giorgia Meloni, busca, según sus defensores, proteger la dignidad de las mujeres y poner fin a lo que consideran una explotación. No obstante, la medida ha sido duramente criticada por dejar a las parejas homosexuales e infértiles con muy pocas opciones para formar una familia.
En Italia, la gestación subrogada ya es ilegal desde hace varios años. Sin embargo, la nueva ley amplía esta prohibición al prohibir a los ciudadanos italianos buscar vientres de alquiler fuera del país. Esta normativa afecta a un grupo relativamente pequeño de familias, pero marca un claro esfuerzo del gobierno de Meloni por reforzar su postura conservadora, en consonancia con sus promesas electorales.
La votación y la reacción política
El proyecto de ley fue aprobado con 84 votos a favor y 58 en contra en el Senado. El respaldo mayoritario vino de partidos conservadores, mientras que la oposición denunció que la ley discrimina especialmente a las parejas homosexuales, quienes ya tienen pocas alternativas legales para formar una familia en Italia, ya que solo los parejas heterosexuales pueden adoptar en el país.
Muchos activistas por los derechos LGBTQ+ se han manifestado en contra de esta ley, argumentando que las familias que ya han recurrido a la gestación subrogada y cuyas familias ya están establecidas serán injustamente estigmatizadas.
Prohibición de vientres de alquiler en Italia
El impacto en la comunidad LGBTQ+ y las parejas infértiles
La medida ha generado una gran preocupación entre las parejas homosexuales que dependen de la gestación subrogada para tener hijos. En Italia, donde las leyes de adopción excluyen a las parejas del mismo sexo, muchos temen que esta nueva ley les deje sin opciones. Para las parejas heterosexuales que luchan con la infertilidad, la gestación subrogada en el extranjero también ha sido una opción vital para tener hijos. Con esta prohibición, muchas de estas parejas también se sienten afectadas.
Una de las críticas más contundentes provino de Pierre Molena, quien junto a su pareja había estado intentando formar una familia mediante la gestación subrogada en el extranjero. «Es como si nos hubieran golpeado en la cara con esta ley», afirmó. «Estamos preocupados por nuestro futuro y el de nuestros hijos.»
Debate sobre la explotación y la libertad de elección
Por su parte, los defensores de la ley, en su mayoría miembros del partido de derecha Hermanos de Italia, liderado por Meloni, argumentan que la gestación subrogada es una forma de explotación de las mujeres, independientemente de las circunstancias. En su discurso ante el Senado, la senadora Elena Murelli, del partido Liga, calificó la práctica como un “comercio de niños” y comparó el proceso con «comprar productos en un supermercado.»
Sin embargo, los opositores señalan que esta postura no distingue entre las mujeres en situaciones vulnerables y aquellas que eligen, por motivos altruistas, ser gestantes. En países como Canadá, por ejemplo, la gestación subrogada no es remunerada y las mujeres que participan lo hacen voluntariamente, sin recibir compensación económica.
Posibles impugnaciones y futuro de la ley
Los analistas legales han sugerido que esta ley podría enfrentar desafíos en los tribunales, ya que plantea preguntas sobre la capacidad del gobierno italiano para regular comportamientos en el extranjero. Además, algunos expertos destacan que la ley podría contradecir los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a formar una familia, lo que la deja abierta a futuras impugnaciones legales.
La ley llega en un momento en el que Italia se enfrenta a una preocupante tasa de natalidad en declive. En lugar de proporcionar soluciones para fomentar la natalidad, los críticos argumentan que esta ley podría empeorar la situación al limitar aún más las opciones de las parejas que buscan tener hijos.
Conclusión: Una ley que divide a la sociedad italiana
Este nuevo marco legal ha polarizado la sociedad italiana. Mientras que los partidarios de la primera ministra Giorgia Meloni ven la ley como una medida necesaria para proteger los valores tradicionales y evitar la explotación de las mujeres, los opositores consideran que esta prohibición es un ataque directo a la libertad de las familias de elegir cómo formar su núcleo familiar.
Con el paso de los días, la presión sobre el gobierno y las familias afectadas probablemente aumentará. A medida que los desafíos legales surjan, el futuro de esta ley aún podría cambiar, dejando a muchas parejas con incertidumbre sobre cómo afectará su deseo de formar una familia.
