El octavo vuelo de prueba de la Starship de SpaceX, despegó de Starbase en Texas el jueves 6 de marzo y sufrió una explosión en el espacio, repitiendo la misma suerte de intentos anteriores.
El lanzamiento y desarrollo del vuelo
Según SpaceX, el cohete Super Heavy activó sus 33 motores Raptor con éxito, propulsando a Starship en un ascenso nominal en la primera etapa.
Tras dos minutos y medio de vuelo, el Super Heavy apagó todos sus motores Raptor, dejando solo tres encendidos para la separación en caliente.
Posteriormente, Starship encendió exitosamente sus seis motores Raptor y se separó del Super Heavy para continuar su ascenso al espacio.
El Super Heavy reactivó 11 de los 13 motores Raptor previstos y ejecutó una combustión de retorno para regresar al lugar de lanzamiento.
Al acercarse al sitio de lanzamiento, reencendió 12 de los 13 motores para la combustión de aterrizaje, reduciendo la velocidad del cohete.
Los tres motores centrales siguieron funcionando para maniobrar el cohete hasta la torre de lanzamiento, logrando la tercera captura exitosa de un Super Heavy.
La anomalía y consecuencias
En el ascenso, un evento energético en la parte trasera de la Starship provocó la pérdida de varios motores Raptor, resultando en la pérdida de control y comunicaciones.
SpaceX
El contacto final con la nave ocurrió aproximadamente nueve minutos y 30 segundos después del despegue, volando dentro de un corredor de lanzamiento designado para protección pública.
Tras la anomalía, los equipos de SpaceX coordinaron con autoridades para implementar respuestas de contingencia y la caída de restos fue controlada en el área planificada.
No se detectaron materiales tóxicos en los escombros ni impactos significativos en el entorno marino.
SpaceX afirmó que aprenderán de esta prueba para mejorar la fiabilidad de Starship, realizando investigaciones exhaustivas y medidas correctivas para futuros vuelos.