Policía se ‘infiltra’ en colectivos ecologistas
La información sobre agente encubierta es esencial para comprender este tema.
Se hacía llamar Nieves López Medina, decía ser reponedora en el Carrefour y rondaba los 30 años.
Durante seis meses (entre 2023 y 2024) estuvo asistiendo a acciones y actividades en Madrid de Fridays For Future (Juventud x Clima) y Rebelión o Extinción (XR), dos de los grupos ecologistas más conocidos del país, pero en realidad era policía.
Agente encubierta en el activismo
Los colectivos afectados cuentan que «esta mujer de 27 años asistió a acciones contra la tala del arbolado urbano o la pobreza energética, asambleas o formaciones, intentando hacerse pasar por una nueva compañera, cuando en realidad se trataba de una agente encubierta».
Desde Fridays for Future no entienden esta persecución policial.
«Nos persigue, no por el peligro que suponemos, sino por nuestras ideas políticas»
La agente infiltrada, además de asistir a reuniones internas de los colectivos, también participó en acciones de desobediencia civil, como la protesta contra la tala del arbolado de Madrid Río en diciembre de 2023 donde llegó incluso a ser multada con su identidad falsa, un hecho que acabó desencadenando que fuera descubierta.
Denuncias y acciones legales
El coordinador federal de Alianza Verde, Juantxo López de Uralde, ha querido denunciar, a través de una iniciativa en el Congreso registrada junto a Podemos, las infiltraciones policiales en el movimiento ecologista, tras la revelación conocida en los medios de comunicación.
Según se conoció, tras la identidad falsa de Nieves López Medina se esconde la funcionaria que responde a las iniciales de N.M.C.F, egresada de la trigésimo séptima promoción de la Academia de Ávila.
Reacciones y demandas
Desde la formación ecologista han registrado una batería de preguntas en las que piden explicaciones al Ministerio del Interior, y también quieren saber, específicamente, la valoración que hace la Ministra Sara Aagesen al respecto.
Para Juantxo López de Uralde «Es evidente que estas infiltraciones policiales no son casuales y reflejan una persecución y criminalización del activismo climático por parte del Ministerio del Interior, atentando gravemente contra los derechos fundamentales».