En el corazón del glamuroso SoHo neoyorquino, un tesoro artístico esperaba ser descubierto. Iria Leino, pintora finlandesa fallecida en 2022 a los 89 años, dejó tras de sí más de 1.000 obras de arte en su loft de 4.000 pies cuadrados, narrando una historia fascinante de transformación personal y urbana.
De las pasarelas parisinas al lienzo neoyorquino
Nacida como Taiteilija Irja Leino en 1932, Iria brilló primero como modelo de alta costura en París, desfilando para Pierre Balmain y Christian Dior. Su distintivo peinado «Nouvelle Vague» la llevó incluso al «Tonight Show» de Johnny Carson en 1967. Sin embargo, en 1964, Leino dio un giro radical, abandonando el glamour por la pintura abstracta en Nueva York.
El espacio de Leino en el 135 de Greene Street, con un alquiler congelado en $650 mensuales, se convirtió en el escenario de su metamorfosis artística. Mientras el SoHo se transformaba en un epicentro de lujo, ella subsistía con subsidios, dedicada enteramente a su arte.
El estilo de Leino abarcaba desde abstracciones etéreas hasta lienzos con gruesas capas de pintura plástica. Su devoción budista se reflejaba en series como «Buddhist Rain» y retratos del Swami Satchidananda. A pesar de su dedicación, Leino expuso poco y vendió menos, manteniendo su obra en relativo anonimato.
Redescubriendo a una pionera
Hoy, el mundo del arte redescubre a Iria Leino. La Galería Harper’s en Manhattan exhibirá sus obras, posicionándola como «la primera pintora abstracta finlandesa en América». Su loft, aún repleto de creaciones, fascina a curadores y documentalistas, representando no solo el legado de una artista única, sino un vestigio del SoHo bohemio.
La historia de Leino plantea interrogantes sobre el valor del arte más allá del mercado y la preservación de espacios creativos en ciudades cambiantes. Mientras el futuro de su loft es incierto, su colección promete mantener viva su memoria y posiblemente reescribir un capítulo de la historia del arte abstracto en América.
Este descubrimiento nos invita a reflexionar sobre los artistas olvidados y los espacios que han moldeado la cultura de nuestras ciudades, recordándonos la importancia de preservar estos tesoros ocultos en medio de la constante evolución urbana.